Escucha activa técnicas: 7 estrategias efectivas para practicarla

Mejora tus habilidades de comunicación con estas 7 técnicas efectivas de escucha activa. Aprende a prestar atención plena, evitar interrupciones y mostrar empatía. ¡Practica la escucha activa hoy mismo!
La escucha activa es una habilidad fundamental en la comunicación interpersonal. Nos permite comprender y conectar con los demás de manera más efectiva, fomentando relaciones más sólidas y significativas. Sin embargo, en un mundo lleno de distracciones y ruido constante, la práctica de la escucha activa puede resultar todo un desafío. Afortunadamente, existen técnicas que podemos utilizar para mejorar nuestra capacidad de escuchar de manera activa y efectiva. En este artículo, exploraremos 7 estrategias efectivas para practicar la escucha activa.
1. Presta atención plena
La atención plena es la base de la escucha activa. Para practicarla, debemos estar presentes en el momento y enfocarnos completamente en la persona que está hablando. Esto implica eliminar las distracciones y evitar pensar en lo que diremos a continuación o en otras cosas que nos preocupan. Al prestar atención plena, podemos captar no solo las palabras que se están diciendo, sino también las emociones y el lenguaje no verbal que acompaña a la comunicación.
Para lograr la atención plena, es útil mantener contacto visual con la persona que habla, asentir con la cabeza para mostrar que estamos escuchando y evitar distracciones como revisar el teléfono o mirar a nuestro alrededor. Al hacerlo, demostramos respeto y mostramos a la otra persona que valoramos su mensaje.
2. Evita interrupciones
Una de las mayores barreras para la escucha activa son las interrupciones. A menudo, cuando alguien está hablando, tendemos a interrumpir con nuestras propias ideas, opiniones o historias relacionadas. Sin embargo, esto puede distraer a la persona que habla y dificultar su capacidad para expresarse plenamente.
Para practicar la escucha activa, es importante resistir la tentación de interrumpir. En lugar de eso, debemos esperar pacientemente nuestro turno para hablar y permitir que la otra persona termine de expresarse por completo. Esto muestra respeto y permite una comunicación más fluida y efectiva.
3. Muestra interés y empatía
La escucha activa implica mostrar interés genuino en lo que la otra persona está diciendo. Esto significa prestar atención a sus palabras, pero también a sus emociones y sentimientos subyacentes. Al mostrar interés y empatía, creamos un ambiente seguro y de confianza en el que la otra persona se siente cómoda compartiendo sus pensamientos y sentimientos.
Para demostrar interés y empatía, podemos utilizar lenguaje corporal abierto y receptivo, como inclinarnos ligeramente hacia adelante, asentir con la cabeza y mantener contacto visual. También podemos utilizar frases de refuerzo, como "entiendo", "me parece interesante" o "me gustaría saber más". Estas pequeñas acciones demuestran a la otra persona que estamos comprometidos y dispuestos a escuchar activamente.
4. Haz preguntas claras y relevantes
Las preguntas son una herramienta poderosa para fomentar la escucha activa. Al hacer preguntas claras y relevantes, podemos profundizar en la comprensión de lo que la otra persona está diciendo y mostrar nuestro interés en su perspectiva.
Es importante hacer preguntas abiertas, que no se puedan responder con un simple "sí" o "no". Estas preguntas invitan a la otra persona a reflexionar y compartir más información. Por ejemplo, en lugar de preguntar "¿Estás de acuerdo?", podríamos preguntar "¿Qué te llevó a esa conclusión?". Esto permite una conversación más enriquecedora y nos ayuda a comprender mejor los pensamientos y sentimientos de la otra persona.
5. Repite y parafrasea
Repetir y parafrasear son técnicas efectivas para demostrar que estamos escuchando activamente y comprendiendo el mensaje de la otra persona. Al repetir, simplemente volvemos a decir las palabras exactas que la otra persona acaba de decir. Esto muestra que estamos prestando atención y nos da la oportunidad de confirmar nuestra comprensión.
Por otro lado, la parafrasea implica reformular las palabras de la otra persona con nuestras propias palabras. Esto nos permite demostrar que entendemos el mensaje y nos da la oportunidad de aclarar cualquier malentendido. Por ejemplo, podríamos decir "Entonces, lo que estás diciendo es..." o "Si te entiendo correctamente, estás diciendo...". Estas técnicas ayudan a fortalecer la comunicación y a evitar malentendidos.
6. Controla tus propias distracciones
La escucha activa requiere que estemos presentes y enfocados en la conversación. Sin embargo, a menudo nos distraemos con nuestros propios pensamientos, preocupaciones o distracciones externas. Para practicar la escucha activa de manera efectiva, es importante controlar nuestras propias distracciones y estar conscientes de cuándo nuestra mente se desvía.
Una forma de controlar las distracciones es practicar la atención plena, como se mencionó anteriormente. También podemos tomar medidas prácticas, como apagar el teléfono o alejarnos de cualquier fuente de distracción. Al hacerlo, podemos estar más presentes y comprometidos en la conversación, lo que nos permite escuchar de manera más activa y efectiva.
7. Sé consciente de tus prejuicios y juicios
Por último, pero no menos importante, es importante ser consciente de nuestros propios prejuicios y juicios al practicar la escucha activa. A menudo, tendemos a filtrar la información que recibimos a través de nuestras propias creencias y experiencias, lo que puede distorsionar nuestra comprensión y limitar nuestra capacidad de escuchar de manera efectiva.
Para superar esto, es importante ser consciente de nuestros propios prejuicios y estar dispuestos a desafiarlos. Debemos recordar que la escucha activa implica abrirnos a nuevas perspectivas y estar dispuestos a aprender de los demás. Al hacerlo, podemos ampliar nuestra comprensión y mejorar nuestra capacidad de escucha activa.
La escucha activa es una habilidad valiosa que nos permite comprender y conectar con los demás de manera más efectiva. Al practicar técnicas como prestar atención plena, evitar interrupciones, mostrar interés y empatía, hacer preguntas claras y relevantes, repetir y parafrasear, controlar nuestras distracciones y ser conscientes de nuestros prejuicios y juicios, podemos mejorar nuestra capacidad de escucha activa y fortalecer nuestras relaciones personales y profesionales.
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